domingo, 14 de febrero de 2016

Un "Guía" de excepción

Comienza el Evangelio de este primer Domingo de Cuaresma diciendo que el Espíritu fue llevando a Jesús por el desierto mientras el Señor era tentado por el diablo (Lc 4,1-13).

Esta frase me hacía considerar que también nosotros, mientras atravesamos nuestros "desiertos", somos conducidos por el Espíritu, aunque no lo advirtamos. Si nunca estamos solos, pienso que, en los momentos difíciles, con más motivo somos acompañados y sostenidos por el Consolador.

Y, también como Jesús, que quiso ser tentado para asumir del todo y hasta el final nuestra naturaleza, "veremos" la realidad y podremos vencer la tentación: el Espíritu Santo nos dará su luz para desenmascarar la tentación y no sucumbir a ella.


Te invito a repasar las tres tentaciones del Señor que nos presenta Lucas pidiendo al Paráclito su asistencia. Verás como te ayuda a ver en ellas esas mismas que te rondan, sobre todo en los momentos bajos. Porque esos son los que aprovecha el enemigo para ganarnos la partida.

No te preocupes: el Espíritu de Jesús no te deja y con este "Guía" de excepción, el éxito está asegurado.