lunes, 1 de febrero de 2016

Todo está bajo Su Dominio

Las lecturas de hoy nos recuerdan una certeza que deja una paz grande en el corazón: todo está sometido a Dios y todo entra a formar parte activa en su plan de salvación para los hombres, sus hijos.

David encaja los insultos y el desprecio de Semeí como venidos del mismo Dios (2Samuel 15,13-14. 30; 16,5-13a.). Porque el rey ha recibido la gracia de ver en todo a su Señor; en el Evangelio (Mc 5,1-20), el suceso de Gerasa nos recuerda que hasta los demonios están sometidos al poder de Jesús. Nada, absolutamente nada escapa a su dominio.

Sí, Dios es el Señor del Universo, de la Historia, de tu historia y la mía. Y, si acogemos la luz de su Espíritu, aprenderemos a leer cada acontecimiento, cada encuentro o desencuentro en la clave correcta: esa que nos abre el corazón y la inteligencia para descubrir las acciones de Dios en nuestra vida. Porque Dios no deja de de cuidar del mundo y de cada hombre acompañando todo lo que creó para que llegue a la plenitud que desea regalar a lo que recibió de Él el ser.