viernes, 31 de julio de 2015

Lo mejor, para Dios

Leemos hoy en Lv 23,10: "Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote".

Gracias, Jesús, por recordarnos que el secreto de una vida plena no es otro que hacerte partícipe de ella en lo pequeño y en lo grande, en lo que sucede en nuestro interior y en lo que ocurre a nuestro alrededor. 

Hoy queremos pedirte la gracia de escuchar tu voz que nos llama desde allí, desde el hondón de nuestra alma, animándonos a contar contigo para todo. Queremos que tú seas nuestro primer interlocutor; aquel con quien compartir en primer lugar lo que nos llena de alegría y lo que nos hunde en la tristeza; quien primero nos escuche y nos consuele... Así aprenderemos el arte de vivir cara a ti recibiendo de ti la capacidad de vivir una vida plena que se desarrolla y descansa en tus manos, que se hace consciente de transcurrir oculta en tu Corazón.


jueves, 30 de julio de 2015

La morada de Dios

Hoy hemos rezado en el salmo: "¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los Ejércitos!" (Sal 83). Y precisamente porque sus moradas son deseables tenemos que darLe gracias...

Gracias, Jesús, porque has puesto en nuestro corazón deseos de abandonar nuestra vida en tus manos; gracias por esos deseos de ser posesión tuya; gracias por el deseo de poseerte, Señor...  ¡Qué sería de nosotros sin esos deseos que has puesto en nuestro corazón...!!! Sí Señor, quiero vivir en tu casa ahora y siempre y quiero ser tu casa para que puedas vivir en mí. No dejes que otros deseos ahoguen éste.




miércoles, 29 de julio de 2015

La perla


Jesús sigue mostrándonos imágenes del Reino. Las dos que recoge el evangelio de hoy (Mt 13, 44-45) nos hablan de la reacción del hombre que descubre lo único necesario para ser feliz, para llegar a ser él mismo. El que halla este tesoro no duda en desprenderse de todo lo demás, que a la vista del hallazgo le resulta superfluo, para adquirir eso de inmenso valor que le ha cautivado.


Hoy hacemos memoria de Santa Marta. Jesús, a través de ella, nos dice que lo "único necesario" es Él mismo... ¿Acaso no merece la pena dejar todo para tenerlo a Él sin estorbos...? 

Ojalá que tú y yo sepamos hoy descubrir esas cositas pequeñas que hemos de dejar aparcadas para disfrutar de la compañía del Maestro.


martes, 28 de julio de 2015

Ciudadanos del Reino

Jesús continúa explicándonos las parábolas... Hoy sus discípulos le piden que les aclare la de la cizaña en el campo (Mt 13, 36-43).

Es Jesús mismo quien nos dice a ti y a mí que somos buena semilla sembrada por Él en el mundo. De nuevo resuena en mis oídos la llamada a dejarLe hacer en mi vida; a dejarme "sembrar" desapareciendo para dar vida desde lo oculto, como hace la semilla. Eres y soy, somos, buenas semillas. Si permanecemos unidos a Él, que es quien da el crecimiento, llegaremos a la plenitud que es la identificación con el Sembrador. Plenitud que, a ejemplo suyo, consiste en ser para los demás.


lunes, 27 de julio de 2015

Llamados a ser Reino


Hoy Jesús nos propone dos parábolas en el evangelio (Mt 13,31-35) en las que nos dice que el Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza o a una medida de levadura. Dos cosas pequeñas, insignificantes, como tú y como yo que, sin embargo, están llamadas a alcanzar una plenitud capaz de cobijar y alimentar a otros.

El grano de mostaza ha de ser enterrado para convertirse en árbol frondoso; la levadura desaparece al hacer fermentar la masa que, cocida, dará un pan apetecible y nutritivo. Y pensaba que ojalá yo me deje enterrar y aprenda a desaparecer en las manos de Jesús para que Él pueda hacer con mi vida lo que quiera...; para que la haga capaz del Reino convirtiéndola en Reino mismo; para que sirva a muchos en su camino hacia Él, nuestro Modelo, nuestra meta, nuestra Pascua. Eso pido hoy para ti y para mí.




domingo, 26 de julio de 2015

Sentados en la hierba...

Hoy Jesús está con los suyos, los más cercanos; tú estás con ellos; el Señor disfruta de su compañía, de la tuya... Pero su estar con los íntimos no le distrae de los demás. Va escuchando cómo llegan... En un momento levanta sus ojos y te pregunta qué hacer para satisfacer la necesidad de los que se acercan al lugar en el que os encontráis; las necesidades de todos esos que viven cerca de ti y de los que, aunque están lejos, son igualmente hermanos tuyos.

Puedes responderle lo que aquel día le contestó Andrés; pero también puedes poner a su disposición lo poco o lo mucho que tengas, que eres, como hizo aquel muchacho (Jn 6, 1-15). Tú eliges... Has de saber, sin embargo, que si te decides a imitar al que dio lo que llevaba en su zurrón, sucederá exactamente lo mismo que nos cuenta hoy Juan en el evangelio. Atrévete a darle todo, a darte del todo. Mira en lo más profundo de ti para descubrir qué incluye ese "todo" y déjate arrastrar por el impulso del Espíritu que te arrancará de tu comodidad, de tu tacañería, para dar a Jesús todo lo que Él merece. Te está esperando... Para satisfacer las necesidades de tus hermanos ha querido contar contigo. ¿Te atreves a poner todo y ponerte del todo en sus manos?


sábado, 25 de julio de 2015

Santiago, Patrón de España

La Palabra que la Iglesia nos propone hoy, día en que celebramos a nuestro Patrón, nos lleva a profundizar en algunos aspectos de la vivencia de la fe que a través de los Apóstoles ha llegado a nosotros como un auténtico regalo de parte de Dios.

Santiago fue llamado a dar testimonio de la Resurrección de Jesús (Hch 4,33; 5,12. 27b-33; 12,1b) y lo hizo hasta el derramamiento de su sangre. Tú y yo también contamos con la gracia para ser, entre los que comparten nuestra vida de un modo u otro, testigos de la Resurrección. 

El testigo es aquel que ha presenciado algo y, por eso, puede afirmar que ha sucedido realmente. Aunque no estábamos con los discípulos en la mañana de Pascua nos ha sido regalada la fe que nos permite hacer el mismo anuncio que ellos hicieron. Esa fe no es sólo creer lo que nos han contado por el crédito que otorgamos a los que nos refirieron eso que creemos -que también-. La fe que nos ha sido otorgada como el mayor de los dones que hemos recibido se nutre de un encuentro personal con Jesús Resucitado que nos capacita para anunciar lo que hemos visto y oído con los sentidos del alma.

Esos sentidos captan la Palabra de Jesús que, interiorizada, nos ayuda a descubrir el paso del Señor por nuestra vida; su permanencia en lo más íntimo de nosotros mismos; la asistencia de su Espíritu que nos regala sus dones y frutos. Así, la propia experiencia de una vida vivida en la confianza de quien se sabe en las mejores manos; en la esperanza del que se entiende llamado a una plenitud que se está realizando en cada paso, en cada acontecimiento; en el amor recibido del Amor y dispuesto a darse a sí mismo a los demás, es el mejor testimonio de que Cristo vive.

Somos vasijas de barro (2Co 4, 7-15) que contienen el misterio del Dios encarnado y presente en nuestro mundo que es conducido a su plenitud por su acción misteriosa en y a través de los que somos sus testigos o, al menos, deseamos serlo con toda nuestra alma. Ojalá que tú y yo nos dejemos conducir hoy por el Espíritu que modela la imagen de Jesús en nosotros haciéndonos servidores de nuestros hermanos. Jesús nos conceda, por medio de su Madre y de Santiago, darnos y volcarnos hoy en mil detalles que concreten el amor y el servicio que Él quiere hacer efectivo a través de cada uno (Mt 20, 20-28). Así seremos testigos del Resucitado dando a nuestra fe el contenido indispensable de las obras.


viernes, 24 de julio de 2015

Entender la Palabra

Hoy Jesús te invita a escuchar de sus labios la explicación de la parábola del sembrador (Mt 13, 18-23).

Y es que su Corazón es tan grande como infinita su misericordia. Por eso se vuelca para explicarte a solas esa Palabra de vida que te va haciendo más y más semejante a Él a medida que la rumias y haces tuya.

Busca espacios y tiempos de silencio para "ponerte a tiro" y dejar que Jesús te hable. Él es el Maestro y está deseando "explicarte" el camino de tu propia plenitud. Basta con que lo quieras y se lo pidas; basta con que te sientes a sus pies para escuchar lo que tiene que decirte hoy...


jueves, 23 de julio de 2015

Descansar en Dios

El evangelio que la Iglesia nos propone hoy, día en que celebramos la fiesta de Santa Brígida, es una invitación al descanso en Jesús (Mt 11, 25-30).

El Señor nos dice que, si siempre está a nuestro lado, aún está más cerca, si cabe, en los momentos difíciles en los que cualquier tipo de sufrimiento amenaza con quitarnos la paz y ahogar nuestra esperanza.

Cuando llega la hora de la oscuridad es la luz "oscura" de la fe la que debe sostener nuestra confianza en la certeza de que el que es Amor y Padre nunca nos va a dejar solos. En su Hijo ha vencido a nuestros enemigos y aniquilado al peor de todos: la muerte. Por eso puede decirnos que vayamos a Él cuando nos sintamos cansados y agobiados para aliviarnos con su consuelo y compañía.

Ojalá aprendamos a descubrir a Jesús en medio de nuestras crisis y sufrimientos, pequeños y grandes; ojalá crezca entonces en nuestro interior la confianza que da el sabernos asistidos por el Espíritu de Jesús que gime en nuestro interior pidiendo al Padre lo que nos conviene... Y ojalá que seamos hoy y siempre consuelo y alivio para los que sufren por no descubrir la presencia de Dios, Padre amoroso, en sus vidas.




miércoles, 22 de julio de 2015

La magnanimidad de nuestro Dios

Las lecturas que hoy nos propone la liturgia son una invitación a meditar y saborear con el paladar del corazón la magnanimidad de nuestro Dios...

Nos dice Mateo en su evangelio (Mt 13, 1-9) que Jesús salió de casa y se sentó junto al lago... Imagino al Señor contemplando el agua serena y el cielo despejado, azul, muy azul... Su figura recortada sobre el paisaje recién estrenado de una mañana serena y fresca; su perfil perfecto, con sus ojos cerrados aspirando la brisa con olor a sal y yodo; su cuerpo todo que ora al Padre...

Pronto se le acaba ese rato de soledad a nuestro Jesús. Enseguida se ve rodeado de gente. Y nos dice Mateo que les habló mucho rato en parábolas. Gracias, Jesús, por dedicarnos todo tu tiempo, tu vida entera... Imagino tu Corazón amantísimo deseando darte siempre más y más: nada es bastante para ti... Quizá, Señor, pensaras en el pasaje que hemos proclamado hoy del libro del Éxodo (Ex 16, 1-5. 9-15) en el que se nos cuenta cómo tu Padre dio a su pueblo pan del cielo. Puede, Jesús, que desearas con toda el alma que llegara el momento de darte a todos y cada uno en el verdadero Pan de Vida... Cuando se trata de darte, Jesús, nada es suficiente para Ti.

¡Y pensar que nos has hecho precisamente para esto, Señor! Para darnos como Tú te das... Ayúdanos a entregarnos hoy a Ti y a nuestros hermanos sin regatear ningún esfuerzo sabiendo que así cooperamos contigo para que se realice el sueño que tienes sobre cada uno. ¡¡¡Enséñanos a entregarnos como Tú te entregas!!! ¡¡¡Concédenos la gracia de tener, al menos por un día, unas horas o unos minutos, tus mismos sentimientos!!! Esos sentimientos que se "leen" entre líneas en la Palabra que hoy nos has regalado.

martes, 21 de julio de 2015

Ante las dificultades

Hoy el Señor nos dice en Ex 14,29: "Pero los hijos de Israel caminaban por lo seco en medio del mar; las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda". 

Estas palabras son una invitación a la confianza en Dios Padre que, conocedor de todas y cada una de nuestras necesidades, acude siempre en nuestra ayuda ante las dificultades. Esto parece difícil de creer porque vemos que muchas veces los problemas persisten, el sufrimiento no nos da tregua... ¿Entonces...?

Tenemos que aprender a descubrir en nuestra vida el modo en el que Dios acostumbra a actuar, a menudo tan diferente del nuestro... Sí, este Padre amoroso nunca nos deja y nos ayuda a pasar por entre las dificultades sacando de todas ellas, por duras e insufribles que nos puedan parecer, un bien infinitamente mayor que el "daño" que nos infligen. Así como el surfista aprende a "navegar" la ola que para otro sería causa de temor, así quiere nuestro Dios enseñarnos a capear los temporales de nuestra vida haciéndonos cada vez mejores. Sólo tenemos que dejarnos conducir y llevar por su Espíritu...

Ojalá sepamos descubrir esa compañía providente a nuestro lado constantemente en las cosas pequeñas y grandes que nos esperan en este día.


lunes, 20 de julio de 2015

Esclavitud o libertad

Y dijeron a Moisés: "¿No había tumbas en Egipto para que nos trajeras a morir en el desierto? ¿Qué favor nos has hecho sacándonos de allí? Ya te lo decíamos cuando estábamos en Egipto: "¡Déjanos tranquilos! Queremos servir a los egipcios, porque más vale estar al servicio de ellos que morir en el desierto" (Ex 14, 11-12).


Ésta es la reacción del pueblo elegido al sentirse amenazado por los egipcios que lo persiguen. La angustia y el sufrimiento que les acarrea la conquista de la libertad a la que Yahvé los conduce les hace desear la "tranquilidad" de la esclavitud.


Así nos sucede muchas veces a nosotros: preferimos la seguridad de nuestras esclavitudes al riesgo de la libertad...


Señor, ayúdanos a mantenernos fieles en tu seguimiento aunque nos cueste. Sabemos que sólo así viviremos, según tu deseo, como hombres libres. Enséñanos a confiar en tu Palabra y a vivirla sabiendo que nunca nos vas a dejar en la estacada. Queremos y te pedimos que seas Tú nuestra única seguridad.