viernes, 31 de julio de 2015

Lo mejor, para Dios

Leemos hoy en Lv 23,10: "Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote".

Gracias, Jesús, por recordarnos que el secreto de una vida plena no es otro que hacerte partícipe de ella en lo pequeño y en lo grande, en lo que sucede en nuestro interior y en lo que ocurre a nuestro alrededor. 

Hoy queremos pedirte la gracia de escuchar tu voz que nos llama desde allí, desde el hondón de nuestra alma, animándonos a contar contigo para todo. Queremos que tú seas nuestro primer interlocutor; aquel con quien compartir en primer lugar lo que nos llena de alegría y lo que nos hunde en la tristeza; quien primero nos escuche y nos consuele... Así aprenderemos el arte de vivir cara a ti recibiendo de ti la capacidad de vivir una vida plena que se desarrolla y descansa en tus manos, que se hace consciente de transcurrir oculta en tu Corazón.