miércoles, 2 de marzo de 2016

Un cántico de acción de gracias

Hoy el Señor nos pide, a través de Moisés, que tengamos en cuenta sus preceptos para vivir una vida feliz. Y nos hace caer en el cuenta de la inmensa suerte que tenemos de que nos haya mostrado el camino con la mayor claridad de modo que no haya posibilidad de extravío (Dt 4,1. 5-9).

Continúa la lectura con una advertencia de Moisés: "Guárdate muy bien de olvidar los hechos que presenciaron tus ojos, que no se aparten de tu memoria mientras te dure la vida". Esto me hacía "volver" sobre mi propia historia para agradecer al Señor las maravillas que ha hecho en ella; las veces en que, como hizo en otro tiempo con el pueblo elegido, me ha liberado de la esclavitud; las ocasiones en las que ha escuchado mis gritos y ha acudido en mi auxilio sacándome a "lugares" espaciosos... Sí, como reza el salmo 17: "Me libró porque me amaba".

Y pensaba que podía ser éste un buen día para dar gracias al Señor por todos esos hechos que han presenciado nuestros ojos. Ojalá que este recuerdo nos acompañe hasta el final de esta etapa vital para que comencemos la siguiente con un cántico de acción de gracias.