miércoles, 30 de marzo de 2016

Camino de Emaús

El camino de los dos discípulos hacia Emaús, que nos presenta el Evangelio de hoy, es nuestro camino en tantas ocasiones... (Lc 24,13-35).


Cuántas veces caminamos cansados, decepcionados, alicaídos... porque consideramos que hemos fracasado en nuestro intento de ser mejores; porque sentimos que el Señor ha dejado caminar a nuestro lado.


Ojalá que, en esos momentos bajos, recordemos que la obra que Jesús está llevando a cabo en nuestra vida está destinada al más estrepitoso de los éxitos siempre y cuando tú y yo lo queramos de veras y lo dejemos hacer. Pero no podemos olvidar que el concepto de "éxito" del Señor no corresponde al nuestro. Por eso, piensa siempre que, tras la apariencia de fracaso, se oculta la mayor de las victorias: porque Quien lleva nuestra vida ha derrotado a la muerte, el peor de nuestros enemigos.