miércoles, 19 de agosto de 2015

"Id también vosotros a mi viña"

Hoy Jesús nos dirige a ti y a mí estas palabras: "Id también vosotros a mi viña" (Mt 20, 1-16a). Y nosotros, que deseamos hacer lo que el Maestro nos pide porque Él mismo se ha encargado de regalarnos este deseo, podemos preguntarnos cuál es su viña...

El trabajo en la viña me sugiere el cuidado de lo que el Señor más quiere: el hombre y, tras él, la creación entera. El primer hombre, la primera mujer, somos tú y yo. Cuidarnos a nosotros mismos implica dejarnos trabajar por dentro para llegar a ser lo que cada uno está llamado a ser. Cuidar de los demás conlleva prestar atención a los que tenemos al lado para ayudarles a disponerse para lo mismo: dejar actuar en su interior y en su vida al Espíritu. ¿No te parece éste un trabajo apasionante? A mí me parece, con mucho, el mejor de todos.

Te invito a que hoy, si estás despistado y no aciertas a concretar tu "trabajo", preguntes a Jesús cuál es tu viña. A Él le pido que sepas escuchar su voz y te dejes arrastrar e invadir por su gracia para realizar el trabajo que le agrada. ¡¡¡Ánimo!!! Somos obreros del mejor Patrón y trabajamos en la mejor de las viñas.