domingo, 13 de septiembre de 2015

¿Quién soy para ti?

En el evangelio de hoy (Mc 8, 27-35), Jesús nos dirige la misma pregunta que un día hiciera a sus más íntimos: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?".

Me parece entrañable y tierno que interese a Jesús lo que pensamos de Él. Hasta este extremo se abaja, se hace vulnerable. Porque, si nos pregunta esto, es porque realmente le importa. ¿Y quiénes somos tú y yo frente a Dios sino pobres criaturas? Pues el Señor, a pesar de nuestra pobreza, nos concede el honor de escuchar lo que significa para nosotros. Y sabemos que esto interesa a Dios porque Él no habla por hablar.

Este día de domingo puede ser un momento excepcional para hacer espacio y buscar tiempo para estar a solas con Jesús. Haz silencio y mira hacia tu interior para preguntarte quién es Él para ti. Y díselo. Díselo porque, aunque lo sabe, desea oírlo de tus labios; si no, no te lo habría preguntado, ¿no crees? Luego no pases a otra cosa; permanece a la escucha porque, del mismo modo que instruyó a la gente y a los discípulos, desea instruirnos a ti y a mí. Él nos enseñará el modo en que debemos seguirlo para que lleguemos a ser real, verdadera y totalmente suyos.