lunes, 28 de septiembre de 2015

Acoge lo pequeño...


Hoy Jesús nos da otra "clave" para vivir la vida que ha querido proponernos con su encarnación (Lc 9, 46-50). "El que acoge a este niño en mi nombre...".


Un niño no siempre es oportuno, llama continuamente nuestra atención, requiere de nuestros servicios, invade nuestra "intimidad", nos obliga a cambiar planes y a renunciar a cosas... Pero es que, además, a veces irrumpe con egoísmo en nuestra vida y, si no está bien educado, se comporta como un auténtico tirano. 

Piénsalo bien... y presta atención a todos los "niños" de  "fuera" y de "dentro", porque también descubriremos rasgos infantiles idénticos o similares a los que he tratado de enumerar en nuestro propio interior. Préstales atención para no perder todas esas oportunidades de acoger al mismo Jesús. 

Aún más, disponte para abrazar tu inmadurez y esas "cosillas" que te avergüenzan, porque desdicen de una persona adulta, agradeciéndolas porque te hacen pequeño y los pequeños son los más importantes en la jerarquía particular de Jesús. Abraza todo esto sin que ese abrazo te impida luchar para hacerte mayor y ser tú quien acoja en lugar de tener que ser acogido por otro recordando esas  otras palabras de Jesús: hay más alegría en dar que en recibir... ¡¡¡Feliz día!!!