viernes, 11 de septiembre de 2015

Confianza y misión

Hoy podemos unirnos a la acción de gracias de San Pablo recogida en la primera lectura (Tm 1,1-2. 12-14).  Allí el Apóstol da gracias a Jesús por haberlo hecho capaz, haberse fiado de él y haberle confiado el ministerio de la evangelización.

Igual que hizo con San Pablo ha hecho el Señor contigo y conmigo: nos ha hecho capaces, se ha fiado de nosotros y nos ha confiado una misión. Pienso que la vida consiste en la aventura que nos va descubriendo progresivamente esa tarea que Jesús nos encomienda y la plenitud, en aprender a recibir la capacitación de Dios para desarrollarla en la confianza de que Él llevará a término lo que quiere de nosotros.

Pido para ti y para mí la disponibilidad para dejar que la gracia actúe en nuestras vidas haciéndonos columna que soporte; techumbre que se asiente y cobije; olivo que agite sus hojas al viento regalando su baile de plata y produzca aceituna; cielo que brille y luzca para deleite de todos... Ojalá que sepamos aprovecharnos de la gracia que el Señor nos regala a manos llenas para hacernos capaces de Él y de lo que nos encomienda; para descubrir lo mucho que confía en nosotros; para desempeñar con alegría la misión que ha querido regalarnos por su infinita bondad y cuyo desempeño nos hace los más felices de los hombres.