domingo, 1 de mayo de 2016

Una "escuela" muy especial

El Señor lo hace todo muy bien y, consciente de nuestra debilidad -nadie nos conoce como Él-, nos ha prometido una "ayuda" de primera para que podamos aprender a vivir según su estilo. Esa "ayuda" es el Espíritu Santo que, como afirma el mismo Jesús, nos recordará todo lo que Él nos ha dicho (Jn 14,23-29).

Ese Maestro interior, que nunca nos abandona, no sólo nos enseña y nos recuerda, sino que nos asiste con sus dones capacitándonos para secundar sus inspiraciones. Para escucharLe basta con desearlo con toda el alma y hacer un poquito de silencio por dentro y por fuera... porque habla con suavidad, respetando escrupulosamente nuestra libertad, de manera que sólo lo escucha quien de verdad quiere.

Anímate a prestarLe atención; escucha sus lecciones. Y asistirás, maravillado, a las mejores clases magistrales que jamás se hayan impartido. En ellas te mostrará con qué te debes quedar de cada cosa que suceda en ti o a tu alrededor, regalándote Su gracia para que puedas ver todo con los ojos de Dios.