martes, 3 de mayo de 2016

Aumentando la capacidad

El Evangelio de hoy (Jn 14,6-14) termina con esta frase de Jesús: "Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré".

Es necesario que creamos en todo lo que nos ha dicho el Señor, porque Él es la Verdad y no puede engañarse y engañarnos. ¿Por qué -podemos preguntarnos- a veces no obtenemos lo que pedimos? Te animo a que Le hagas esta pregunta a lo largo del día. Pregunta a Jesús y haz silencio para escuchar Su respuesta: jamás deja de contestar nada de lo que le planteamos. ¡¡¡Jamás!!!

Te confieso lo que me ha contestado a mí esta mañana al hacerLe esta pregunta mientras pensaba en los que leeréis esto y en tantos que no lo leerán y que se sienten defraudados porque piensan que el Señor no les escucha. Pensaba en vosotros mientras oraba por cada uno... Ésta ha sido la respuesta: la mayor parte de las veces -por no decir siempre- nos quedamos cortos en lo que pedimos. Creemos que pedimos mucho, pero somos tacaños pidiendo porque Dios quiere darnos muchísimo más y está dispuesto a hacerlo.

Por eso nos hace esperar; dilata su respuesta... Eso que nosotros juzgamos "retraso" es, en realidad, una estrategia de la que el Señor se sirve para ensanchar nuestra capacidad y prepararnos para recibir todo lo que quiere darnos... ¡¡¡Qué es infinitamente más de lo que le pedimos!!! Escucha lo que te dice:

"Yo soy el Señor, Dios tuyo
que te saqué del país de Egipto;
abre la boca que te la llene" (Salmo 80).

Vamos a abrir nuestro corazón para que Él lo llene hasta los bordes; vamos a dejarLe hacer, como considere oportuno, para que nos lo ensanche haciéndolo capaz de recibir todo lo que quiere darnos.