domingo, 11 de octubre de 2015

¡¡¡Merece la alegría!!!

El evangelio de Marcos nos cuenta hoy el encuentro de Jesús con ese hombre que, deseoso de vivir con más intensidad su relación con Dios, le pide consejo para hacerlo (Mc 10, 17-30). 

Conocemos la historia: este hombre no consigue posponer lo mucho que tiene a lo que, en principio, se le presenta como un modo de vivir incierto, carente de las seguridades y agarraderos a los que está acostumbrado. ¿Qué le sucedió para no encontrar en la mirada amorosa de Jesús, que se posaba discreta y suavemente sobre él, la fuerza para acoger la propuesta exigente del Maestro?

Te invito a que fijes tu mirada hoy en los ojos del Señor para buscar en ella no sólo lo que pide de ti, sino la fuerza y el coraje para responder positivamente a lo que solicita de tu amor. Y ten por seguro que aquello que Jesús te exige, sea lo que sea, te lo ha dado antes en esa mirada amorosa e inefable que, si quieres, será el motor que ponga en marcha tu vida por los derroteros de la entrega gozosa a sus planes sobre ti. ¡¡¡Sólo tienes que querer de verdad!!! 

Pide, como nos sugiere la lectura del libro de la Sabiduría que la Iglesia nos propone hoy (7, 7-11), la prudencia y el espíritu de sabiduría sabiendo que éste es el auténtico tesoro y que, comparado con él, el resto de lo que consideramos "riqueza", por mucha que nos parezca su valía, es nada. Esa sabiduría que viene de lo alto te guiará por los senderos del Espíritu en pos de Jesús. Te aseguro que merece la alegría dejar lo poco que tienes porque, por mucho que sea, es nada comparado con la intimidad que te ofrece el Maestro haciéndote partícipe de su propia vida. ¡¡¡Ánimo!!! ¡¡¡Te espera una aventura apasionante si te decides a dar el "sí"!!!