domingo, 4 de octubre de 2015

La alegría de la sencillez

Hoy nos relata el evangelio la escena de esos niños que se acercan a Jesús a pesar del intento de los discípulos por mantenerlos alejados del Maestro (Mc 10,2-16). Parece que la respuesta del Señor a la pregunta de los suyos acerca de lo que acaba de explicar sobre la indisolubilidad del matrimonio es, precisamente, el elogio a la sencillez de los pequeños que le alegran con su presencia.

 Vamos a acercarnos también tú y yo hoy al Señor con la actitud del niño preguntándole todo lo que no entendamos de nuestra vida, de los que nos rodean, de lo que sucede a nuestro alrededor. Sentados sobre las rodillas de Jesús descubriremos que las cosas son mucho más sencillas de lo que las hacemos y disfrutaremos la alegría de la sencillez de la vida que el Señor nos propone y nos regala. ¡¡¡Feliz día de Domingo en Su Presencia!!! ¡¡¡Feliz retorno a la infancia!!!