jueves, 15 de octubre de 2015

Acogiendo las enseñanzas del Maestro

Vamos a dar gracias a Jesús hoy porque se ha manifestado ante nuestros ojos dándoSe a conocer y nos ha dado a conocer al Padre; vamos a agradecerLe de corazón que nos haya hecho capaces de la Buena Noticia que vino a anunciar; vamos a decirLe un "gracias" con toda el alma por su providencia paciente contigo y conmigo que no se cansa de trabajarnos para hacernos cada vez más sencillos y, por eso, capaces de su amistad.


Sí, Jesús ha querido contar contigo y conmigo para hacernos sus confidentes. Así de fuerte suena esta verdad. ¿Dudas? ¿Qué mayor muestra de confianza podemos esperar de Él que la de regalarnos cada día su Palabra hablando a nuestro corazón y disponiéndolo para que la acojamos?

Busca a Jesús hoy procurándote un rato de silencio; piensa en Él; invócalo pronunciando su Dulce Nombre con amor, confianza, delicadeza... Y disfruta del trabajo que hace en lo más profundo de ti aunque no sientas, ni veas, ni constates nada. Estate seguro de que eres uno de esos sencillos a los que el Padre ha querido revelar sus secretos (Mt 11,25); para Él ya lo eres porque te ha elegido. Por eso sólo tienes que darLe las gracias y dejarte llevar...