miércoles, 28 de octubre de 2015

La oración de Jesús

Hoy, día de San Simón y San Judas, Lucas nos presenta en su evangelio (6,12-19) a Jesús orando durante la noche anterior a la elección de los doce.

Así lo vemos en repetidas ocasiones antes de emprender sus correrías de predicación del Reino por los pueblos y ciudades de su tierra. Y así lo contemplamos durante esa noche oscura de Getsemaní, a pesar de la luna brillante que se dibuja entre los olivos, orando en medio de un sufrimiento terrible antes de su pasión.

Y tú y yo, que hemos sido creados según ese modelo que es el Señor y que estamos llamados a dejarnos hacer para que su imagen sea cincelada en nosotros por la acción del Espíritu, ¿cuántas veces nos paramos a orar antes de las pequeñas y grandes decisiones de nuestra vida?

Hoy pido para ti y para mí la actitud de apertura que nos permita recibir la oración que el Padre quiere darnos. Porque la oración no se hace, se recibe porque es un don. Como es el Espíritu Santo el que gime en nuestro interior con gemidos inenarrables pidiendo lo que nos conviene -porque nosotros no siempre lo sabemos-, pienso que, de momento, basta con hacer silencio en la presencia de Dios para unirnos a esos gemidos sabiendo que, pase lo que pase en nuestra vida, todo, absolutamente todo es para nuestro bien.