lunes, 4 de enero de 2016

Ir tras Él para vivir de otra manera

Me gusta imaginar cómo Andrés y Juan seguirían aquel día los pasos de Jesús tras escuchar al Bautista; me encanta imaginar la cara del Señor al girarse para hacerles la pregunta: "¿Qué buscáis?" (Jn 1,35-42).

Y pensaba que tú y yo, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, siempre vamos buscando; y, al buscar, Le buscamos...

Detente hoy unos minutos para contemplar el rostro de Jesús y escuchar su voz preguntándote qué es lo que buscas. Párate para responderLe porque, lo sepas o no, no dejas de buscarlo a lo largo del día.

Buscas al Señor cuando te sientes decepcionado por las personas y los acontecimientos deseando que las cosas sean de otra manera; buscas al Señor cuando disfrutas hasta de las cosas más pequeñas y no sabes cómo agradecerlas; buscas al Señor cuando sientes que algo te impulsa a hacer el bien... y lo haces! O cuando no lo haces y desearías hacerlo; lo buscas en tus pequeños y grandes fracasos porque es en medio de ellos donde saboreas lo limitado de tu vida; y en tus éxitos cuando deseas que esos momentos de gloria durasen para siempre. ¡¡¡En todo y en todos buscas al Señor!!! ¿No te das cuenta?

Hoy quiero decirte una cosa al oído: cuando, en medio de esas búsquedas cotidianas, caes en la cuenta de que Él se ha vuelto hacia ti para preguntarte qué es lo que buscas; cuando Le descubres en cada movimiento de tu corazón, entonces se produce el milagro de su llamada invitándote a seguirLe. Te aseguro que, si lo haces, las cosas seguirán siendo iguales y las personas las mismas; continuarás sufriendo y riendo de la misma manera... pero la vida habrá cambiado de color y los sabores serán distintos... ¿Por qué no pruebas...?