lunes, 27 de junio de 2016

Pasar a la otra orilla

Comienza el Evangelio de hoy diciéndonos que Jesús, al verse rodeado por un gentío, mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla (Mt 8,18-22). Y es que vivir junto al Señor implica estar siempre en marcha, atento a Su voz y dispuesto a secundar Sus inspiraciones.

Sí, también a ti y a mí el Señor nos pide continuamente "pasar a la otra orilla" para tomar distancia de eso que amenaza con atarnos o frenar nuestro paso, siguiéndolo de cerca, todo lo cerca que nuestra pobreza y nuestras limitaciones nos lo permitan.

Vamos a pedir al Señor a lo largo de este día que no nos dejemos enredar por nada que pueda perturbar nuestra paz interior, que enturbie nuestra mirada para ver a las personas y los sucesos desde Su perspectiva, tapone nuestros oídos para escucharLe o embote nuestra atención impidiéndonos vivir centrados en lo único importante. Ojalá que aprovechemos el tiempo que nos regala para desprendernos de todo lo que no nos deja caminar en pos de nuestra propia plenitud que es Él mismo. Porque nos ha elegido para que la alcancemos y esto sólo se consigue teniendo el coraje de pasar a la otra orilla fiándonos de Su Palabra.