jueves, 16 de junio de 2016

¡¡¡Dios es Padre!!!

Hoy Jesús nos invita a descansar en una realidad que, a menudo, nos pasa desapercibida: Dios es nuestro Padre (Mt 6,7-15). Y este Padre es todo amor, cuidado providente, ternura... 

Nuestro Dios tiene entrañas paternales y maternales y su poder es infinito. Por eso Jesús afirma que ese Padre entrañable, del que nos habló y al que llegamos por medio de Él, sabe lo que necesitamos antes de pedírselo.

Busca un rato de silencio a lo largo del día para pedir al Espíritu Santo que te conceda la gracia de paladear esta verdad que Jesús nos ha anunciado. Saboréala con el paladar de tu alma y deja que te cale hondo, muy hondo, siendo permeable a la acción del Espíritu en ti. Luego, despacito, ora con esa oración maravillosa que Jesús nos enseñó que es el padrenuestro. Mejor: deja que Su Espíritu la ore en ti.