jueves, 11 de agosto de 2016

Un Dios de perdón

Hoy Jesús nos pide que perdonemos a los demás como el Padre nos perdona a nosotros. Sí, la única condición que el Señor nos impone para ser perdonados por Él es perdonar a los que nos ofenden (Mt 18,21-35. 19,1).

No podemos hacer con los demás lo que Dios hace con nosotros si no somos conscientes de lo que recibimos de Él. Por eso pienso que, un primer paso para avanzar por el camino que nos marca, es pararnos para caer en la cuenta de lo que ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida.

El Espíritu Santo nos ayudará en esta "tarea" que, en realidad, es la Suya. Él nos hará descubrir lo mucho que Dios nos ama precisamente en el perdón incondicional que siempre recibimos de Él. Y nos regalará el don inmenso de poder hacer nosotros lo mismo.