miércoles, 20 de abril de 2016

Sumergidos en la corriente del Espíritu

¡Qué alegría da contemplar la comunicación fluida de la primera comunidad de cristianos de Antioquía con el Espíritu! Es Él Quien lleva sus vidas encomendándoles las tareas que Dios ha querido confiarles (Hch 12,24-25. 13,1-5a).

También el Evangelio de Juan nos habla hoy de esa conexión íntima que se opera en el Espíritu presentándonos la comunión de Jesús con el Padre: sí, el Señor se identifica con el Padre y dice lo que el Padre le ha encargado decir (12,44-50).


Por el don inconmensurable del bautismo tú y yo vivimos sumergidos en esa corriente de Amor intratrinitaria que nos da la vida eterna. Por eso también tú y yo podemos mantener esa comunicación fluida con el Dios que nos ha creado y nos plenifica en y a través de los más insignificantes acontecimientos de cada día, de los encuentros y desencuentros, de los logros y las frustraciones. Ese Dios nos habla en los deseos que ha puesto en nuestro corazón y cuenta con nuestra atención a Su Voz para indicarnos el camino a seguir, la actitud a adoptar, la inspiración a secundar, para mostrarnos que Él cumple siempre todo lo que promete.


Sabemos que la obra que ha comenzado en nosotros será llevada a término por Quien todo lo puede. Y sabemos también que nuestra plenitud está en prestarLe toda nuestra atención liberándola de las mil y una cosas que amenazan con apresarla.

Ojalá vivamos este día haciéndonos un poco más conscientes de que, en verdad, vivimos sumergidos en la corriente del Espíritu que nos hace íntimos -¡¡¡hijos!!!-  y confidentes del Dios que da sentido a nuestras vidas.