sábado, 23 de abril de 2016

¿Lo conoces?

La pregunta que dirige hoy el Señor a Felipe en el Evangelio (Jn 14,7-14) encierra -al menos así me lo parece- un reproche cariñoso, quizá con un poso de tristeza o melancolía: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe?".

A raíz de esto pensaba que Jesús lleva contigo y conmigo todo lo que dura nuestra vida. Y que, a lo mejor, hoy nos podría decir lo mismo que aquel día dijo a Felipe...

Está con nosotros en lo más íntimo de nosotros mismos; nos da a conocer su corazón en la Sagrada Escritura; se encuentra presente en el Santísimo Sacramento -su silencio, su discreción, su ocultamiento humilde en este Misterio insondable que es la Eucaristía, ¡tienen tanto que decirnos y enseñarnos!-; sostiene nuestra existencia y actúa de manera continua en nuestra vida... Y, sin embargo, ¿lo conocemos?

Párate a pensar en esto un poco. Y, cuando descubras lo que te falta, pídeselo con la confianza de que te lo dará. Porque Él mismo lo ha dicho: "Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré".