En el Evangelio de hoy el Señor nos exhorta a estar en vela esperando Su venida (Lc 12,39-48. Y responde a la pregunta de Pedro sobre si la parábola que ha pronunciado iba dirigida a ellos o a todos, diciendo que el administrador fiel es aquel que, aunque el amo no esté, hace lo que se le ha encomendado repartiendo la ración en el tiempo oportuno a quienes tiene el deber de cuidar.
También tú y yo somos administradores de los dones, las cualidades, las habilidades que nos han sido dadas por Dios de manera gratuita con la única condición de poner todo al servicio de los demás. Sí, el Señor ha querido que contribuyamos al crecimiento de nuestros hermanos procurando, con lo que nos ha dado, crear el ambiente propicio para ello.
