domingo, 4 de septiembre de 2016

Para leer en clave divina

La lectura del libro de la Sabiduría que hoy se nos propone (9,13-19) comienza con esta pregunta: "¿Qué hombre conoce el designio de Dios, quién comprende lo que Dios quiere?".

Sí, muchas veces nos resulta muy difícil entender lo que el Señor nos pide. El Evangelio de este Domingo puede servirnos de ejemplo (Lc 14, 25-33): ¿cómo vivir poniendo a Dios el primero, por delante incluso de los amores más lícitos? Responder a esta pregunta implica conocer lo que el Señor pide a cada uno. Y esto sólo se descubre preguntándoselo a Él con insistencia y con verdaderos deseos de conocer Su respuesta.

No estamos solos en esta tarea, del todo imposible para nosotros, porque no podemos comprender los planes de Dios ni saber lo que Él quiere. Para comprender su acción en nuestra vida es necesaria la asistencia del Espíritu Santo. Por eso hemos de pedir Su venida con fe y constancia. El Paráclito nos dará la luz para que descubramos y penetremos la realidad, lo que sucede dentro y fuera de nosotros. Y esa luz nos permitirá leer los mensajes que Dios nos envía continuamente para conducir nuestra vida según Su proyecto de amor.