Hoy Jesús nos dice que entrará en el reino de los cielos quien cumpla la voluntad del Padre (Mt 7,21-29), esa voluntad que fue Su alimento y que vivió en todo momento dejándonos un ejemplo a seguir.
El Señor obedeció siempre al Padre y nos invita a ti y a mí a hacer lo mismo: obedeciendo a Su Palabra seguimos Sus pasos y nos abrimos a la acción de Su Espíritu que va modelando en nosotros Su imagen y da solidez a nuestra vida.
Ojalá nos dispongamos para escuchar la voz del Señor que resuena en Su Palabra y vayamos configurando nuestra vida según Su voluntad. Así tendremos una vida firme, sólida, auténtica, capaz de resistir a todos los envites que se estrellarán contra ella sin destruirla.