miércoles, 27 de julio de 2016

Tesoros y perlas

Hoy Jesús pronuncia para ti y para mí la parábola del tesoro escondido y de la perla encontrada (Mt 13,44-45) para indicarnos que la vida es, ante todo, búsqueda. Una búsqueda animada por el deseo de plenitud que el Señor ha sembrado en lo más profundo de nuestro corazón; un deseo que nos lleva a Él...

Porque es el Señor el Tesoro escondido en el campo de la vida; la Perla preciosa oculta en nuestro hondón más profundo a la espera de ser descubierta. ¿Cómo conducirnos para hallarLe entre tanto ruido y afanes que amenazan con ocultarlo a nuestros sentidos interiores? Jeremías nos da la respuesta en la primera lectura (15,10. 16-21):

" Cuando encontraba palabras tuyas,
las devoraba;
tus palabras eran mi gozo
y la alegría de mi corazón".