Hoy, conmemoración de los fieles difuntos, nuestro corazón está con todos aquellos que, habiendo partido ya de nuestro lado, aún no disfrutan de la visión de Dios.
Vamos a acompañarlos con nuestras oraciones recordándoles verdades consoladoras que la Sagrada Escritura expone a nuestra consideración en este día. Vamos a decirles, con Job, que verán a Dios con sus propios ojos y disfrutarán de esa visión gozosa por toda la eternidad (Job 19, 25.26.27); vamos a recordarles que el Señor, que es Camino, Verdad y Vida, les está preparando un lugar junto a Él y vendrá muy pronto para llevarlos Consigo (Jn 6,1-3.6); vamos a consolar y a aliviar su espera repitiéndoles que no tienen nada que temer porque el Señor es su luz y su salvación.
Que nuestro día transcurra en compañía de todos los que nos han precedido y están ya a las puertas de la Casa del Padre. Veréis como, trayéndolos a nuestra mente y a nuestro corazón, también nosotros atisbamos esas puertas de acceso a la Gloria sin fin que nos aguarda a todos.